México: ¿educación para la vida o educación para el sistema?
- KarlaAseret
- May 26, 2016
- 17 min read

Adentrándonos al análisis de nuestra educación
La educación mexicana actualmente se enlaza o identifica con competencias y constructivismo; adquisición de conocimientos y prácticas realmente significativas en la vida de los individuos. Globalización y competitividad mundial. Una gama de nuevos esquemas y paradigmas que, pensándolo a profundidad, no son realmente tan nuevos.
Viendo más allá de lo que se dice en informes presidenciales, institucionales, legislaciones y reformas educativas, ¿cuál es la realidad del panorama educativo en México? La repetición esquemática, la adopción de prácticas educativas de países primermundistas, la falta de motivación, la escasa generación de ambientes de aprendizaje contextualizados, la ausencia de los padres en los procesos educativos, entre muchas otras problemáticas influyen en la calidad y correcto desarrollo de la educación en nuestro país, impidiendo el total desarrollo de la misma y por ende el progreso del país.
A través de este documento, profundizaremos en la realidad educativa actual, pasando por diferentes concepciones de educación, los paradigmas educativos, las legislaciones, las nuevas tecnologías de la educación y el papel actual de la educación mexicana ante sistemas educativos de otros países latinoamericanos, abriendo los ojos a lo que hemos vivido y vivimos actualmente en el ámbito educativo.
Concepto inicial de educación
Anteriormente, previo al análisis realizado a lo largo del curso, mi concepto de educación era reducido a la descripción de un proceso de enseñanza-aprendizaje, dado en el hogar, en la escuela y en cualquier ámbito de la vida; colocando como actores únicamente a los involucrados directamente (por ejemplo, maestro alumno, padre-hijo, etcétera) sin tomar en cuenta otros factores influyentes.
A lo largo de mi proceso educativo, he atravesado por diversas etapas, concepciones distintas de la educación y de todas sus ramas. En mi hogar, la educación comenzó siendo cuestión de modales, valores y repetición. Comer con cubiertos, lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, saludar, decir por favor y gracias; repetir los números, aunque no tuvieran algún significado simbólico para mí, repetir los colores, saber sujetar el lápiz; en fin, esa fue mi educación en la etapa inicial de mi infancia, hasta que cumplí cuatro años, la edad de ingresar al preescolar.
El inicio de mi educación formal trajo consigo muchos cambios. Ahora tenía tareas y deberes que antes ni hubiera imaginado. Aprender ahora consistía en rellenar letras o números con papel china o crepé en pequeñas bolitas de colores. Colorear dibujos que casualmente eran idénticos para todos los niños, sin importar nuestras diferencias en gustos y preferencias. Uniformes, ahora todos vestíamos igual, recuerdo que no me agradaba usarlo, prefería usar la ropa que mis padres seleccionaban para mí, me sentía más yo, pero no podía hacerlo. Pasaba la tarde haciendo planas de mi nombre, de algo que llamaban “abecedario” y que, aunque yo lo repetía y repetía, no lograba concebir para qué tenía que hacerlo.
Un año después, me encontraba en otra situación, la mudanza de hogar, trajo consigo un nuevo jardín, nuevos compañeros, nuevos maestros, nueva dinámica. Esta vez, no nos robaban la infancia con planas y repeticiones vacías; ahora paseábamos, jugábamos y aprendíamos juntos, me gustaba ir al nuevo jardín. Irónicamente a mis padres no les gustaba tanto, “en ese kínder puro juego y paseos” palabras que hasta la fecha siguen repitiendo. Pero, ¿por qué? Sus concepciones de la educación se albergan en el pasado, sus memorias únicamente logran encontrar memorización, repetición y uniformidad, conceptos que, hasta la fecha, parecen dogmáticos en la educación mexicana.
Pasemos ahora a la secundaria, un intento de cambio paradigmático. La secundaria no representa el gran cambio, pero sí un inicio. Fue entonces cuando la educación dejó de ser un proceso cerrado entre dos individuos, ahora trabajábamos en colaboración. Proyectos, exposiciones, debates, el aprendizaje ahora era influenciado por otros y esto no me gustaba en absoluto. Personalmente, siempre he sido algo individualista, prefiero los trabajos de manera individual a las tareas colaborativas, ya que no me gusta depender de los demás. Este cambio tan radical me generó algo de frustración y disgusto, no obstante, lo supe y, hasta la fecha, he sabido manejar de forma decente.
Hablemos en presente, mi formación universitaria es una mezcolanza de corrientes y paradigmas educativos. Depende de un gran número de factores, profesores, clases, grupos, ideologías, disposición, motivación, etcétera; pero, esto es algo que profundizaremos más adelante.
Concepto obtenido de la investigación
(Luengo Navas & al., 2004) nos hablan de la educación como un fenómeno, el cual nos concierne a todos desde que nacemos. Los primeros cuidados maternos, las relaciones sociales que se producen en el seno familiar o con los grupos de amigos, la asistencia a la escuela, etcétera; son experiencias educativas, entre otras muchas, que van configurado de alguna forma concreta nuestro modo de ser.
Habla también de la imprecisión que existe para definir el término, ya que se puede ubicar en diversos contextos y verse analizado desde distintos enfoques; primeramente, analiza el concepto etimológicamente: educación tiene dos orígenes etimológicos, el primero que significa "conducir fuera de" o "extraer de dentro hacia afuera; definición que se orienta más a la pedagogía cognitiva y humanista, ya que habla de potencializar las habilidades propias de un individuo, educere.
El segundo, educare, definido como "criar" o "alimentar" y relacionado directamente con el lado instructivo de la educación.
Finalmente, (Luengo Navas & al., 2004) citan el intento de integración del concepto educación de Sarramona (2000) quien engloba las principales características en la siguiente lista:
Proceso de humanización.
Acción dinámica del sujeto educando con otros sujetos y con su entorno.
Intervención de una escala de valores.
Permite la integración social de los individuos.
Elemento fundamental de la cultura.
Proceso permanentemente inacabado.
Constructo conceptual
Después del análisis conceptual efectuado a lo largo del semestre a través de la investigación y el compartir artículos y opiniones entre los integrantes del curso, he logrado visualizar el concepto "educación" como un término más amplio y profundo; abarcando desde el ámbito institucional, pasando por la familia, la sociedad, la potencialización de habilidades propias hecha por el mismo individuo y el descubrimiento. Siendo así una palabra bastante compleja, pero entendida universalmente.
Siguiendo como ejemplo la declaración de filosofía de la enseñanza dada por el profesor Gilberto Vargas, evidentemente, cada maestro tiene el derecho de darle un sentido o enfoque específico a su concepto de educación; habiendo entonces, infinidad de pensamientos diversos que son absolutamente respetables, pero que, de una forma terminan por adaptarse a las diferentes condiciones sociales de los individuos con quienes se trabaje. Poniendo así al docente ya no como un guía, sino como un acompañante, el cual se dedique a encaminar al educando hacia un saber, saber que lo independice de un sistema y potencialice su libertad.
La educación ya no se centra únicamente en un proceso comunicativo de enseñanza-aprendizaje en el que un maestro transmita conocimientos a un educando; la educación está en todas partes, y no necesariamente involucra a varias personas, sino que también puede darse de manera completamente individual.
Haciendo una pequeña referencia a (Luengo Navas & al., 2004) etimológicamente hablando, tanto educare como educere pueden describir la educación actual, ya que puede darse desde el interior o hacer arreglos externos que faciliten el desarrollo de conocimientos, habilidades, etcétera; siempre y cuando el objetivo esté dirigido al bien integral del estudiante y no a su orientación laboral futura.
La educación, actualmente no puede ser definida como un proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que va mucho más allá de esto. Puedo reducir mi concepción actual en un camino hacia el conocimiento, ya sea individual, acompañado, influenciado o no, por el contexto y la información que encontramos a nuestro alrededor, concebido en distintas formas para todos, pero con el mismo fin, el bienestar humano.
El sistema educativo mexicano frente a la educación en la América latina
A través del vídeo “la educación prohibida” podemos darnos cuenta de las condiciones actuales de la educación en Latinoamérica, las diferentes problemáticas que se presentan y los puntos de vista de algunos expertos, quienes plantean algunas alternativas educativas que buscan combatir dichas problemáticas, mejorando el futuro y la congruencia en la educación latinoamericana.
La repetición esquemática es uno de los problemas principales dados en Latinoamérica, a pesar de la evolución paradigmática, se siguen dando prácticas obsoletas qué, además de no cumplir con los objetivos educativos y los programas curriculares planteados, trata a los estudiantes como iguales, buscando uniformar su pensamiento, reprimiendo su autonomía y libertad.
¿Por qué esperar un cambio si las prácticas no se modifican? Peor aún, ¿cómo ir en contra de la naturaleza misma del hombre? La educación actual, se enfoca principalmente a los contenidos académicos, asignaturas como matemáticas, lenguaje, ciencias, historia, entre otras que, como mencionan en el vídeo son aprendizajes fragmentados y tomados como “preventivos” ya que nunca se les relaciona con una finalidad o utilidad en la vida real, no se tornan significativos.
La educación latinoamericana, tiene sus raíces en el control social, buscando generar obediencia y apego al sistema a través de contenidos banales y poco importantes, que únicamente fungen como un pase de acceso a la industrialización y el trabajo rutinario. México, es un claro ejemplo de esta afirmación, el concepto actual de “educación en competencias” y las políticas públicas dadas en la educación tecnológica, buscan crear individuos competentes laboralmente, que se integren al sistema industrial al que en un futuro cercano pertenecerán, dejando de lado los valores, la moral, la ética, los sentimientos y pensamientos propios de los educandos, los que deberían ser el cimiento de su futuro.
Uno de los epígrafes propuestos en el vídeo, es dado por María Montessori y hace referencia a tomar en cuenta las necesidades de los niños y no las del sistema. Conocer al niño, sus capacidades y potencialidades es el punto de partida para el aprendizaje; el niño, por sí mismo tiene el deseo de aprender, desarrollarse a su ritmo, preguntar, indagar, investigar, se construye a sí mismo. Sin embargo, en nuestro país, así como en mucho de los países latinoamericanos, se reprimen las potencialidades del niño a través de ambientes autoritarios y opresores que, a través de los años, van aminorando las ganas de aprender, preguntar y desarrollarse libremente.
Educar con amor, educar para la vida, educar por el futuro. Es interesante retomar los puntos mencionados en el documental acerca del amor. Muchas veces pensamos que el trato afectivo, mimar al niño, o cosas por el estilo pueden tomarse como una práctica de amor. Sin embargo, el amor está en el dar; dar al niño libertad de aprender a su ritmo, facilitando las herramientas que le sean útiles para su aprendizaje, sin presiones, sin necesidad de darle nada más que espacio, generar ambientes de aprendizaje propicios para su desarrollo. A la educación mexicana le falta mucho amor; a pesar de que sí existen maestros que realizan su trabajo de forma amorosa y apasionada, esto no significa que no estén siguiendo el mismo sistema tradicional y poco significativo con el que fueron educados. Por esto, es importante profundizar en el autoanálisis y la autoreflexión, ¿qué clase de maestros queremos ser? Es la pregunta del futuro.
En general, la educación latinoamericana se encuentra estancada en un pasado que, tal vez en su tiempo trajo resultados satisfactorios, pero que, actualmente, no responde a las necesidades individuales, sino que es generada en respuesta a las necesidades de un sistema globalizado, competitivo e industrial. No obstante, las alternativas educativas que se ofrecen en el vídeo pueden ser la clave para el verdadero desarrollo educativo, llevando a Latinoamérica a un crecimiento económico, cultural, social y político.
Paradigmas de la educación
Para iniciar con esta temática me gustaría que reflexionáramos sobre los cambios que se han dado en las últimas décadas en el ámbito educativo. Quién no ha escuchado historias de padres o abuelos, quienes estudiaban entre castigos, orejas de burro, golpes, exámenes donde si no escribías las palabras literales de un libro o del maestro no eras apto o “inteligente”. Tiempos en los que ir a la escuela era en ocasiones, considerado por los padres y la sociedad, un lujo que no todos merecían darse, ya que había muchas otras labores domésticas y sustentables que merecían más el tiempo invertido. Recuerdo a mi abuelo, un joven que a la edad de 11 años abandonó la educación para dedicarse a la agricultura y ayudar con el sostenimiento económico de su familia. Mi abuela, una niña que terminó su primaria con honores, pero que, por su condición económica, no pudo trasladarse a una ciudad donde pudiera cursar la secundaria y seguir con sus estudios. Mi madre, quien sufrió maltratos, quien asistía a la primaria con miedo por los golpes y humillaciones de su profesor, pero afortunadamente terminó sus estudios y logró superar estas situaciones.
Tantas personas que vivieron en la forma más pura de educación tradicionalista, opresora, elitista e inalcanzable para muchos estratos de la población. Un pasado semi-enterrado que continuó dando señales muchos años después.
Pasemos ahora a otra corriente paradigmática, el famoso conductismo. Según (Hernández, 1998), la psicología conductista nace fundada por el psicólogo John Watson quien da énfasis únicamente a los procesos observables para alcanzar los objetivos deseados. Corriente que fue muy bien acogida durante las primeras décadas del siglo XX y, posteriormente fue adaptada y diversificada logrando prolongar su periodo dogmático hasta muchas décadas después.
La teoría conductista se apega al método científico, por lo cual debe estudiar conductas clasificándolas en términos medibles, observables y cuantificables, dejando completamente fuera la introspección en el pensamiento del estudiante, ya que se consideraba entonces que los conocimientos debían ser depositados en los educandos, tomándolos como jarras vacías o libros en blanco.
Se realizan arreglos externos, que buscan mantener, generar o erradicar las conductas en base a las metas del profesor o el sistema educativo. Castigos, reforzadores, economías de fichas, todo con el fin de influir en las conductas de los educandos y generar su aprendizaje.
Lo anterior ¿nos recuerda a algo? Estrellitas en la frente, sellitos en los trabajos, días sin recreo a quienes se hubieran portado mal o no llevaran la tarea, el primer lugar de la fila a los alumnos con buenas notas, entre muchos otros rasgos conductistas que aún en los inicios del siglo XXI nos tocó vivir en nuestra educación inicial.
Recuerdo experiencia en la educación básica como ir a la escuela, la maestra o el maestro impartiendo algún tema de español, matemáticas o ciencias; haciendo algunas preguntas con respecto a lo previamente expuesto, preguntas que siempre solían ser contestadas por el mismo grupo de niños, los catalogados como inteligentes o destacados. Quienes teníamos lugares al frente del aula y recibíamos privilegios como ser el jefe de grupo, ayudar al maestro a revisar los exámenes, estar a cargo del grupo cuando el maestro se ausentaba, estrellas, sellos, entre otras recompensas que nos motivaban a comportarnos de cierta manera. Por el contrario, el resto de los niños era clasificado en pasivos, los que pasaban de largo su experiencia educativa, no eran malos, pero tampoco sobresalientes, por lo que el maestro se conformaba con su silencio y quietud; y malos estudiantes, que obtenían castigos, taches rojos en sus cuadernos de notas y exámenes, tiempos fuera y largas conversaciones del maestro con sus padres.
Tiempo después los paradigmas evolucionaron, dando paso a una mezcolanza de diferentes teorías de autores como Vigotsky, Piaget, Ausubel, Bruner, entre otros, quienes plantean nuevos enfoques que son descritos a profundidad por (Hernández, 1998). La teoría sociocultural de Lev Vigotsky, la psicogenética de Jean Piaget y la cognitiva de David Ausubel y Jerome Bruner, forman en conjunto un cambio paradigmático, el constructivismo. A través de esta práctica educativa, el estudiante construye su conocimiento en base a sus capacidades y habilidades cognitivas, su contexto y conocimientos previos, quitando al maestro el rol de instructor y colocándolo como un guía o andamio en el proceso del educando. El aprendizaje se torna significativo, ya que se relaciona con aspectos de la vida real y se le da una utilidad en el presente y futuro.
Actualmente, este enfoque no se encuentra solo, según (Cuevas & al, S.F.) el aprendizaje constructivo genera competencias, ya que a través del conocimiento se gestan formas de aplicarlo en las situaciones nuevas que se presenten. Relacionan las competencias con saberes, valores, habilidades, destrezas y actitudes que permiten al individuo enfrentar los retos que se le presentan.
A través de todo lo anterior, logramos crear un panorama paradigmático en la educación mexicana a lo largo de los años. Ubicándonos en mi presente universitario, la educación constructivista es una realidad. Sin embargo, en lo personal, sostengo que se encuentra mal direccionada, por lo que no funciona como es debido. Las presiones económicas y sistemáticas están orientándonos a un enfoque meramente laboral, estudiar para el trabajo. La sustentabilidad económica pone en riesgo el proceso de construcción activa de conocimientos en base a habilidades y pensamientos propios, orillándonos a estudiar para conseguir un trabajo bien remunerado, aunque este vaya en contra de nuestros ideales y valores.
Es importante hacer un autoanálisis de nuestro historial educativo, los aspectos buenos y malos que hemos vivido y los esquemas que queremos seguir o crear en nuestra práctica docente, para que el día de mañana pensemos en las necesidades y deseos de nuestros estudiantes, de nuestro país y sociedad en general, antes que en los intereses propios.
Legislación y normatividad en México
Hoy en día, relacionamos a la educación con el 3° artículo constitucional, el cual dicta que la educación es un derecho y debe ser laica, gratuita, obligatoria, inclusiva y de calidad, según las últimas reformas dadas en el año 2013. No obstante, no conocemos el trasfondo dado para llegar hasta aquí. Situación que estudiaremos a través del presente análisis.
Según (Barba, 2014), la implementación de la educación como un derecho, surge como acción política social en el proceso de establecimiento de un estado constitucional de derechos, implicando la formación de un ciudadano autónomo, capaz de actuar deliberadamente. Como cierre del movimiento independentista, el 31 de enero de 1824 se firma el acta constitutiva de la federación mexicana, documento que tiene la ardua tarea de distribuir responsabilidades ciudadanas a la población mexicana, concientizándolos de las mismas a través de la educación.
No fue hasta 1833 cuando se empezaron a tomar medidas laicas por parte del presidente Valentín Gómez Farías, quien declara libre enseñanza y secularización de las instituciones educativas, suprime además universidades y colegios religiosos y utiliza sus acervos para la formación de la biblioteca nacional, provocando el disgusto de gran parte de la población.
(Martínez, 2013) menciona que fue hasta la constitución de 1857 que se establece la separación total entre el estado y la iglesia, dictando libertad de cátedra a los docentes y garantizando una educación pública, gratuita e independiente de cualquier credo religioso
.
Posteriormente, en el año 1917, la nueva constitución trae consigo un artículo 3° enfático en la libertad, laicidad y gratuidad de la educación:
La enseñanza es libre; pero será laica la que se de en los establecimientos oficiales de educación, lo mismo que la enseñanza primaria, elemental y superior que se imparta en establecimientos particulares. Ninguna corporación religiosa, ni ministro de algún culto, podrán establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria.
Las escuelas primarias particulares sólo podrán establecerse sujetándose a la vigilancia oficial.
En los establecimientos oficiales se impartirá gratuitamente la enseñanza primaria.
Artículo que no incluye grandes cambios desde la constitución anterior, pero que va reformando a través de los años enriqueciéndose con nuevas reglas y principios. Se declara obligatoria la educación primaria, posteriormente la educación secundaria y preescolar. Se toma en cuenta también, la educación superior, la cual puede ser dependiente del gobierno, o bien se le puede otorgar autonomía, pero siempre cumpliendo con normas que garanticen su efectividad. (UNAM, 2009).
La educación va tomando un enfoque más humanista, donde se toman en cuenta también, aspectos no sólo de roles políticos y sociales, sino convivencia humana, afectividad y dignidad, haciendo mención de la igualdad y la no distinción de razas o sexo.
En la actualidad, la reforma educativa incluye aspectos que resultan innovadores para la sociedad. La calidad y evaluación educativa, la salud estudiantil y la inclusión, son nuevos elementos que buscan darle un giro al país, posicionándose como competente ante organismos internacionales.
Según (SEP, 2013) la calidad educativa requiere del esfuerzo de todos, la evaluación, capacitación e incentivación docente, es uno de los pasos más grandes dados dentro de este campo. En mi opinión, esta situación deja caer mucho peso sobre los maestros, ya que no son los únicos involucrados en el proceso educativo, creo que sería más conveniente no poner el énfasis en uno solo de los motores de este barco educativo, sino distribuir el peso entre todos. La adecuación curricular, el alcance a todos los estratos poblacionales, el mejoramiento contextual de los niños y jóvenes, la economía, la salud, la infraestructura, el respeto por los ritmos, necesidades y preferencias de aprendizaje, en conjunto, son los aspectos que se deben atender para el verdadero progreso de la educación mexicana.
Tecnología y educación
Como ya hemos visto, a lo largo de los años, se generan nuevas políticas públicas, las cuales se van adaptando a las necesidades de los individuos, esto con la finalidad de mejorar las condiciones del país; sin embargo, ¿en base a qué o quiénes se generan estas políticas?
(Villalpando & Alvarez, 2015) nos dicen que a partir de la década de los 80, la globalización y el pensamiento neoliberal, orientan a México hacia un cambio radical, cambio reflejado en las reformas educativas las cuales introducen el término “modernización” y comienzan a tomar partido de las sugerencias dadas por organismos como la OCDE y el Banco Mundial, cambiando el giro educativo de uno centrado en la alfabetización a los cimientos económicos y competitividad mundial.
¿Por qué hablar de todo esto cuando las reformas educativas se centran principalmente en el sector básico? Directa o indirectamente, una reforma y/o política pública influye en la sociedad en general, ya que todos los sectores de la población se encuentran relacionados entre sí; por esto, la modernización influyó en el cambio dado en la educación superior: la tecnología.
(Silvio, 2000) aborda un tema muy interesante dentro de esta temática “La sociedad del conocimiento”, término que puede funcionar como punto de partida para este análisis. Define esto como una utopía futurista, donde sea el conocimiento la principal fuente de producción. Ubicados nosotros en el 2016, dieciséis años después de este pensamiento, ¿estamos viviendo en una sociedad del conocimiento? El autor habla sobre una sociedad de la información, ubicada previa al desarrollo del verdadero conocimiento, sociedad en la que la industrialización y la facilidad de acceso a las diferentes fuentes de información sostienen la economía y motivan los procesos de comunicación global. Centrándonos en lo anterior, me permito afirmar que aún no logramos el título de “sociedad del conocimiento”, ya que la industrialización e información siguen siendo los motores principales de la sociedad.
Las tecnologías de la información son herramientas clave en el desarrollo del conocimiento, funcionan como facilitadores de información, implementan nuevas técnicas y estrategias de aprendizaje, facilitan también el compartir opiniones y puntos de vista entre estudiantes y/o maestros, aceleran la comunicación y retroalimentación del aprendizaje, en general son la herramienta del futuro. Sin embargo, no todo son maravillas y beneficios, la tecnología dentro de la educación debe ser correctamente implementada, porque, de no ser así, puede convertirse en un arma de doble filo. (Canós, S.F.) menciona algunas de las desventajas que las tecnologías pueden traer consigo, como lo son la dependencia, los altos costos para tener acceso a ellas y sobre todo la falta de adecuaciones curriculares para dar lugar a la implementación de estas. Tomando como ejemplo mi experiencia en la universidad, rescato varias situaciones con las que me he topado.
La capacitación docente y estudiantil en el uso de estas herramientas es fundamental en el éxito que tenga su implementación. Anteriormente, existía un curso llamado CAI que era impartido a los estudiantes de nuevo ingreso y qué, a pesar de no ser muy amplio y completo, proporcionaba a los estudiantes la información básica para familiarizarse con la plataforma universitaria y algunas herramientas básicas de búsqueda que se utilizan en el contexto. No obstante, actualmente, si no estoy mal informada, este curso ha desaparecido, lo que genera gran confusión en los estudiantes nuevos, quienes se enfrentan a un panorama desconocido; confusión que, muchas de las veces no es resuelta debidamente por los docentes, quienes en ocasiones tampoco están propiamente informados o no realizan las adecuaciones en sus currículos para otorgar un tiempo de explicación.
Otra situación que ha llamado mi atención es la antipatía estudiantil por los recursos tecnológicos. En gran número de ocasiones, me ha tocado presenciar comentarios como “El aula virtual, que flojera, prefiero escribir o entregar los trabajos impresos”, “¿Para qué usar la biblioteca virtual si puedo sacar todo de google?”, entre otros. Comentarios que sólo pueden hacerme pensar ¿Conformismo o ignorancia? Tenemos tantas herramientas y recursos que desaprovechamos, irónicamente, por falta de información o simple flojera de aprender cosas nuevas. Situación preocupante en el nivel educativo superior.
En conclusión, la implementación de tecnologías en la educación universitaria, responde a la globalización y sugerencias de organismos económicos mundiales, orientándose a la competencia y desarrollo de capacidades laborales. Sin embargo, puede fungir como una herramienta facilitadora en la generación de conocimiento y su divulgación. Estos objetivos únicamente pueden ser cumplidos de manera integral, es decir, tomando en cuenta a los docentes, su capacitación y adecuaciones curriculares; a los estudiantes, de igual manera, capacitándolos, pero sobre todo informándolos sobre los beneficios y facilidades que representan estas herramientas para su conocimiento; las instituciones, generando espacios de capacitación e información con respecto al tema.
Tomando en cuenta todos estos aspectos se podrá dar un adecuado manejo y desarrollo tecnológico, que nos sitúe como universitarios capaces y competentes para responder a las necesidades de nuestro país.
Referencias
Barba, B. (26 de Agosto de 2014). Crisol Plural. Recuperado el 19 de Mayo de 2016, de http://crisolplural.com/2014/08/26/la-constitucion-federal-de-1824-y-su-aportacion-al-derecho-a-la-educacion/
Canós, D. L. (S.F.). El uso de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación superior. XVII Jornadas ASEPUMA, 1-14. Recuperado el 18 de Mayo de 2016, de http://www.uv.es/asepuma/XVII/611.pdf
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Hernández, R. G. (1998). Paradigmas en psicología de la educación. México: Paidos. Recuperado el 18 de Mayo de 2016
Luengo Navas, J., & al., e. (2004). Teorías e instituciones contemporaneas de educación. Madrid. Recuperado el Mayo de 2016, de http://www.ugr.es/~fjjrios/pce/media/1-EducacionConcepto.pdf
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Villalpando, C., & Alvarez, G. (2015). La educación y sociedad: reflexiones, debates y propuestas educativas (Primera edición ed.). Juárez: UACJ. Recuperado el Abril de 2016
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