Secundaria y Media superior ¿Filtros o escalones al futuro?
- Karla Aseret Pérez
- Mar 18, 2016
- 2 min read
Deserción, una palabra muy sonada en el ámbito educativo tanto actualmente como en el pasado, pero ¿Qué impacto tiene realmente? La secundaria mexicana, es uno de los niveles educativos con mayor grado de deserción en los últimos sexenios de gobierno. Es necesario preocuparnos por esta situación, ya que, a pesar de que los esfuerzos que se hace en la educación primaria, las políticas implementadas en el siguiente nivel, no contemplan realmente las necesidades estudiantiles, docentes o sociales y se direccionan incorrectamente hacia problemáticas que, si bien, no dejan de ser importantes, no deberían ser prioritarias.
Existen diversos motivos para el fracaso en la educación secundaria y Media superior, tomaré en cuenta algunos de los propuestos por los autores Ponce, et al (2013) en su artículo La educación secundaria en México: ¿Reforma curricular o estructural? Principalmente sitúa al empleo a edades tempranas como un factor detonante para la deserción académica, pues los horarios mal adaptados, la dificultad para estudiar y trabajar a la par, dan paso a la elección ¿trabajo o escuela? La cual, la mayoría de las veces, por carencias económicas, se ve orientada hacia el ámbito laboral.
Otro de los motivos de deserción u omisión de estos niveles educativos se asocia a la posición social; las poblaciones rurales, indígenas, incluso urbanas de la periferia, tienden al aislamiento y la marginación social, lo que las conduce hacia una misma dirección: recrear patrones establecidos por sus antepasados, trabajar en el campo, en casa, la industria maquiladora, actividades para las cuales no reciben una completa formación escolar.
Pero el problema no reside sólo ahí, la calidad educativa también deja mucho que desear, los resultados en pruebas internacionales como PISA, dejan muy mal parada a la educación en nuestro país. La implementación de técnicas obsoletas, que obligan a los estudiantes a repetir y memorizar conocimientos sin significado concreto en su vida, genera un marcado desinterés por los contenidos planteados en el currículo; esto acompañado de la evidente separación que existe entre escuela y vida en general, impiden la asociación real de los conocimientos y habilidades con su futuro, por lo que los estudiantes llegan a pensar: ¿Y esto de qué me sirve? ¿Para qué estudiar? Si bien, la reforma integral está establecida, es necesario contemplar el por qué no se ha implementado de la manera correcta y cuáles son los aspectos que no contempla, para así, lograr un verdadero cambio educativo, empujando a los estudiantes hacia un mejor futuro y no filtrándolos.
*Víctor Manuel Ponce Grima, et al. La educación secundaria en México: Reforma curricular o estructural? HALLAZGOS Año 10 N°20. Febrero, 2013.
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